La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica, en la cual se experimentan síntomas digestivos incapacitantes en la vida diaria. Estos síntomas, pueden afectar tanto la dimensión psicológica, familiar, social y profesional de su vida.
Debido al potencial curso debilitante de la enfermedad, se han intentado desarrollar en los últimos años tratamientos para mejor manejar los síntomas y modificar la historia natural de la enfermedad.
A continuación, te explicamos en qué consiste la colitis ulcerosa, sus síntomas, causas y tratamientos disponibles.
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¿Qué es la colitis ulcerosa?
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria crónica de causa desconocida que afecta exclusivamente al colon. Presenta una extensión “continua”, lo que significa que no existen áreas sanas intercaladas y “proximal”. Esto significa que la afectación comienza desde el recto y el colon se afecta en sentido proximal o ascendente. Además, la inflamación típicamente se limita a la capa mucosa, que es la capa más interna o superficial de la pared intestinal. Así pues, complicaciones tipo fibrosis, estenosis y fístulas son poco frecuentes en comparación con la enfermedad de Crohn.
La colitis ulcerosa es la enfermedad inflamatoria intestinal más prevalente mundialmente, sobre todo en países desarrollados. Sin embargo, la incidencia está incrementado en países en desarrollo que han adoptado un estilo de vida más industrializado.
La colitis ulcerosa tiene un patrón bimodal de incidencia, con un primer pico, que es el más frecuente, entre los 15 y 30 años de edad. Existe un segundo pico que aparece en personas de edad más avanzada, entre los 50 y 70 años. También puede aparecer enfermedad inflamatoria intestinal pediátrica, es decir, puede aparecer colitis ulcerosa en niños. Afecta por igual a hombres y a mujeres.
Diferentes tipos de colitis ulcerosa
– proctitis: cuando se afecta el recto de manera exclusiva
– proctosigmoiditis: cuando se afecta el recto y el sigma, que es la última porción del colon
– colitis izquierda: cuando se afecta el recto, sigma y la porción del colon descendente que se extiende hasta el ángulo esplénico. Es el tipo más frecuente.
– pancolitis o colitis extensa: cuando se afecta el colon más allá del ángulo esplénico. Ésta última es la de peor pronóstico, al considerarse más grave.
A diferencia de la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa afecta exclusivamente al colon y la afectación es más superficial. No suelen haber complicaciones tipo estenosis/fístula. La afectación del recto, sigma y colon descendente hasta el ángulo esplénico (“colitis izquierda”) es la forma más común de colitis ulcerosa.
Diagnóstico y pruebas de la Colitis Ulcerosa
No existe una única prueba que realice el diagnóstico de la Colitis Ulcerosa. El diagnóstico se establece en base a la sospecha clínica y un conjunto de hallazgos radiológicos, endoscópicos e histológicos compatibles. Las pruebas que ayudan a realizar el diagnóstico son las siguientes:
– Análisis de sangre
Permite detectar si hay anemia o no, (gracias a las cifras de glóbulos rojos y de hemoglobina), marcadores de inflamación elevados (PCR, velocidad de sedimentación globular) o indicadores de infección (gracias a las cifras de glóbulos blancos)-
– Análisis de heces
Puede ser útil para detectar sangre oculta en heces, así como diagnosticar infecciones concomitantes (bacterias, parásitos). Existen parámetros específicos, como la calprotectina, que permiten confirmar la existencia de inflamación intestinal.
– Endoscopia (colonoscopia)
Esta prueba permite ver de forma directa la mucosa del intestino grueso y recto usando un tubo flexible con una cámara en su extremidad. Es la prueba de elección para confirmar el diagnóstico de colitis ulcerosa. Además de la visualización de las lesiones, este procedimiento médico también permite realizar la biopsia de las zonas afectadas; es decir, la obtención de pequeñas muestras de tejido. Éstas se analizarán bajo el microscopio y, en función de si presentan determinadas características histológicas, podrán ser consideradas como compatibles o no con la colitis ulcerosa. La colonoscopia también es una de las pruebas más utilizadas en el seguimiento, al ser útil para monitorizar la actividad inflamatoria y evaluar la respuesta a los tratamientos.
– Pruebas de imagen
Las pruebas de imagen, como la ecografía, la resonancia magnética y la tomografía axial computarizada, son complementarias a la endoscopia. Estas deben llevarse a cabo en el momento del diagnóstico. Permiten definir la localización, extensión y el grado de actividad inflamatoria. Son también útiles para diagnosticar complicaciones (como el megacolon tóxico).
La colonoscopia es la técnica más utilizada para el diagnóstico de la colitis ulcerosa. Esta exploración permite observar el interior del recto y colon y obtener muestras de tejido de cualquier lesión evidenciada para su posterior análisis anatomopatológico.
Síntomas
¿Cuáles son los síntomas de la colitis ulcerosa?
Los síntomas dependen de la localización y extensión de la enfermedad, así como la intensidad de la inflamación. Lo más habitual es que la clínica sea intermitente, con períodos de brote de colitis ulcerosa, (en los cuales aparecen síntomas), seguidos de períodos de remisión (fase inactiva).
No existe ningún síntoma “específico” de la colitis ulcerosa pero lo síntomas más frecuentes incluyen:
- Diarrea que suele ser diurna y nocturna. En la mayoría de los pacientes son deposiciones de escasa cantidad y numerosas, debido a la inflamación del recto.
- Deposiciones con moco y/o sangre (rectorragia), si la inflamación del recto es intensa.
- Ganas frecuentes de evacuar, urgencia defecatoria y sensación de defecación incompleta (tenesmo).
- Otros síntomas, como el dolor abdominal (típicamente en forma de “retortijones”), fiebre o pérdida de peso se producen cuando la afectación colónica es extensa. Suelen ser de menor intensidad que en pacientes con enfermedad de Crohn.
- Manifestaciones extraintestinales: la colitis ulcerosa es una enfermedad multisistémica, por lo que además de la afectación intestinal, puede asociarse a: inflamación de los ojos (uveítis), hinchazón y dolor articular (artritis), protuberancias rojas y sensibles bajo la piel (eritema nodoso), úlceras de la piel (pioderma gangrenoso), afectación biliar (colangitis esclerosante primaria),etc… Se calcula que entre el 15 y 20% de los pacientes con colitis ulcerosa podrán presentar en algún momento alguna manifestación extraintestinal. Es importante tener en cuenta que las manifestaciones extraintestinales no siempre se aparecen en momentos de actividad de la enfermedad inflamatoria.
Aconsejamos que ante la presencia de alguno de los síntomas anteriormente mencionados, acudas a un especialista. La fiebre, dolor intenso, taquicardia e hipotensión suelen ser indicativos de enfermedad grave.
En la colitis ulcerosa, el síntoma predomina es la diarrea, aunque la emisión de sangre y/o moco en las deposiciones o de forma aislada, también es relativamente frecuente. Pueden aparecer alteraciones de otros sistemas distintos del tracto digestivo, debido a que la respuesta inflamatoria afecta también el resto del organismo.
Causas
¿Qué provoca la colitis ulcerosa?
Aunque las causas de la colitis ulcerosa no se conocen con precisión, se considera que es una enfermedad multifactorial, en la cual se tiene que producir interacción de diferentes factores, para que se desarrolle la enfermedad.
La evidencia hoy en día, sugiere que se produce como consecuencia de una alteración del sistema inmunitario que ataca la mucosa intestinal en individuos predispuestos genéticamente, en las que inciden distintos factores ambientales.
No es una enfermedad hereditaria, pero sí que aparece en que presentan determinados factores genéticos que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Sin embargo, parece que la influencia de estos factores genéticos es menor que la de enfermedad de Crohn, aunque la historia familiar de enfermedad inflamatoria intestinal, sigue considerándose como un factor de riesgo importante para padecer la enfermedad.
Se cree que existe un mal funcionamiento del sistema inmunitario, sistema que se activa cuando hay que combatir un agente externo, como bacteria o virus invasor. En esta enfermedad, se produce una respuesta inmunitaria anormal que hace que el sistema inmunitario ataque por error las propias células del tubo digestivo.
Se sospecha que las propias bacterias de la luz intestinal (los gérmenes de la microbiota intestinal) se encuentran al origen de esta respuesta inflamatoria anómala, sin haberse confirmado aún ningún germen específico. Se produce así, una alteración de la homeostasis intestinal, el sistema inmunitario intestinal, que mantiene un equilibrio entre la tolerancia a la flora comensal y una adecuada respuesta a patógenos. De hecho, se ha visto que los pacientes con colitis ulcerosa presentan una alteración de la función “barrera” de la pared intestinal. Y, ¿porque es tan importante la presencia de una barrera intestinal funcional?; Pues porque si existe una brecha en esta barrera, más partículas indeseables procedentes de la dieta y bacterias comensales, (los llamados “antígenos luminales”) atraviesan la mucosa intestinal. Esto puede resultar en la activación del sistema inmune y secreción de mediadores de la inflamación, actuando como factor agravante del proceso inflamatorio.
Diferentes factores ambientales se han relacionado con la patogenia de la colitis ulcerosa. Aunque el tabaquismo se considere un factor de riesgo ambiental en la enfermedad de Crohn, dejar de fumar, se ha asociado a un factor de riesgo de colitis ulcerosa (por lo tanto, fumar sería un “factor protector”, aunque no se conoce muy bien la relación). Por razones no todas conocidas, la apendicectomía sería también un factor protector para la colitis ulcerosa.
Factores de riesgo que afectan la microbiota intestinal y, por lo tanto, la respuesta inmunitaria intestinal, se han relacionado, como el uso de antibióticos, dietas más ricas en azúcares simples y grasas, el uso de aditivos alimentarios, ciertas infecciones, etc… El uso de otros fármacos como los anticonceptivos orales, la aspirina o los antiinflamatorios no esteroideos también se han relacionado.
La causa exacta de la enfermedad inflamatoria intestinal se desconoce, un funcionamiento anómalo del sistema inmunitario podría derivar en la enfermedad de Crohn en individuos predispuestos genéticamente en las que inciden distintos factores ambientales. Los factores genéticos tendrían menos influencia en la colitis ulcerosa que en la enfermedad de Crohn y el tabaquismo sería un factor protector (y no de riesgo como en la enfermedad de Crohn).
Problemas y complicaciones
¿Cuáles son las complicaciones de la colitis ulcerosa?
Algunas complicaciones de esta enfermedad son las siguientes:
– Megacolon tóxico
Es una complicación poco frecuente (<5%) pero muy grave, en la cual el colon se dilata por encima de los 6 de diámetro, sin evidenciarse ninguna obstrucción. Es debida a la inflamación aguda de todas las capas del colon con necrosis de la mucosa, y puede llegar incluso a provocar una perforación. Se observa en pacientes con brote grave que evolucionan a un estado tóxico, con distensión y dolor abdominal intenso, y fiebre alta.
– Perforación del intestino
Complicación infrecuente, que puede ser consecuencia de un megacolon tóxico o presentarse de manera aislada, en pacientes con brotes graves de “pancolitis”.
– Hemorragia masiva
Es una complicación infrecuente (<1%) que puede llevar a anemia y ser potencialmente mortal.
– Malnutrición
Los pacientes con colitis ulcerosa pueden tener problemas de absorción de ciertos nutrientes, especialmente si se acompaña de diarreas. Además, estos presentan un aumento del catabolismo, es decir, degradación de nutrientes orgánicos, por lo que sus requerimientos energéticos son mayores.
– Deshidratación
Se puede dar por una excesiva pérdida de agua corporal en caso de diarreas importantes. Estas también pueden acompañarse de alteraciones hidroelectrolíticas por pérdida de electrolitos.
– Complicaciones tromboembólicas
Los pacientes con colitis ulcerosa presentan un riesgo elevado de complicaciones tromboembólicas, debido a un proceso de hipercoagulabilidad.
– Anemia
Aunque es menos frecuente que en la enfermedad de Crohn, puede ser ocasionada por sangrado, por déficit de hierro o vitamina B12. (ambas necesarias para la síntesis de la hemoglobina).
– Cáncer de colon
Los pacientes con colitis ulcerosa extensa o de larga evolución, presentan un riesgo aumentado de desarrollar cáncer colorrectal, en comparación con la población general. Hoy en día se recomienda realizar un cribado endoscópico, (con colonoscopias de vigilancia) a partir de los 8 años de evolución de colitis extensas y desde el momento del diagnóstico en caso de presentar una colangitis esclerosante primaria.
La enfermedad de Crohn puede producir complicaciones graves, que afectan a la calidad de vida, como el megacolon tóxico, la perforación intestinal o la hemorragia masiva, que pueden requerir tratamiento quirúrgico. Tanto los individuos con enfermedad de Crohn como los afectos de colitis ulcerosa presentan un riesgo adicional para desarrollar cáncer colorrectal.
Tratamiento para la Colitis Ulcerosa
¿La colitis ulcerosa tiene cura? ¿Cuáles son los tratamientos para la colitis ulcerosa? ¿Qué antiinflamatorio tomar con la colitis ulcerosa?
Al considerarse una enfermedad crónica, hasta la fecha no se ha descubierto ningún tratamiento para la colitis ulcerosa que sea curativo. Por suerte existe una gran variedad de medicamentos para la inflamación intestinal, que permiten reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas.
Los tratamientos disponibles incluyen:
Salicilatos
Son fármacos antiinflamatorios fundamentales en el tratamiento de la colitis ulcerosa . Se utilizan para inducir la remisión en brotes leves-moderados, así como para el mantenimiento de estos. Algunos ejemplos incluyen la mesalazina (Asacol HD®, Delzicol®), la balsalazida (Colazal®) y la olsalazina (Dipentum®).
Corticoides
Son los fármacos más utilizados en el tratamiento de los brotes de actividad moderada y grave de colitis ulcerosa, por su rapidez de acción y potente efecto antiinflamatorio e inmunosupresor. Los más utilizados son la prednisona y budesonida. No suelen ser útiles para el tratamiento a largo plazo de mantenimiento de la colitis ulcerosa, al presentar efectos en ocasiones adversos importantes a partir de la segunda semana de tratamiento.
Inmunosupresores
Estos medicamentos actúan de diversas formas para modular la respuesta inmunitaria exagerada que induce la inflamación. Se utilizan cuando los corticoides ya no son efectivos o el paciente se vuelve “cortico-dependiente”, para inducir la remisión de brotes moderados- graves, así como en el mantenimiento de los mismos. Los más utilizados son los fármacos tiopurínicos (azatioprina y mercaptopurina) y los de la familia de los calcineurínicos (ciclosporina y tacrolimus).
Terapias biológicas
Estos nuevos fármacos intentan neutralizar diferentes factores inmunológicos y se utilizan generalmente cuando han fracasado los tratamientos convencionales para brotes moderados-graves, como corticoides e inmunosupresores. Los ejemplos incluyen el Infliximab (Remicade®), Adalimumab (Humira®), Golimumab (Simponil®), Vedolizuamb (Entyvio®) y Ustekinumab (Stelara®).
Antibióticos
Los antibióticos, a diferencia de lo que ocurre en la enfermedad de Crohn, no han demostrado tener eficacia en la colitis ulcerosa excepto en situaciones muy concretas. Únicamente se utiliza si se sospecha de un cuadro infeccioso asociado a los brotes de actividad grave o colitis fulminante. Los más utilizados son el cirpofloxacino (Cipro®) y metronidazol (Flagyl®).
Otros medicamentos
Se pueden utilizar antidiarreicos para aliviar la diarrea, analgesia para dolores abdominales, suplementación con vitaminas y nutrientes en caso de malnutrición, etc…
Cirugía
Aproximadamente un 20-25% de los pacientes con colitis ulcerosa requieren una operación quirúrgica en algún momento. Las principales indicaciones quirúrgicas se dan en pacientes con colitis ulcerosa a quienes el tratamiento médico ya no es efectivo o que presentan pobre tolerancia al tratamiento farmacéutico. Sin embargo, algunas complicaciones de la colitis ulcerosa como megacolon tóxico, hemorragia masiva o perforación también pueden ser indicaciones quirúrgicas.
¿Es importante controlar la alimentación? ¿Qué comer con colitis ulcerosa?
Aunque ningún estudio clínico ha demostrado ninguna dieta eficaz, es importante asegurar una alimentación variada puesto que las personas con una enfermedad inflamatoria intestinal pueden tener problemas en la absorción de ciertos nutrientes. Si no sabes que comer con colitis ulcerosa, te recomendamos que leas nuestro artículo que comer con una enfermedad inflamatoria intestinal
¿Existe una relación entre la colitis ulcerosa y el estrés?
Sí, se sabe hoy en día que hay una relación entre el estrés psicológico y la enfermedad, por lo que es importante aplicar medidas para mejorar el control de éste. La enfermedad puede afectar la calidad de vida del paciente y desencadenar o empeorar trastornos psicológicos, como la depresión y ansiedad. Por otra parte, estos a su vez pueden conducir a brotes clínicos de la enfermedad, generando un círculo vicioso.
La colitis ulcerosa no tiene curación definitiva. El tratamiento está dirigido a aliviar los síntomas y a reducir la inflamación, pero algunas personas necesitan cirugía. No hay ninguna operación para la colitis ulcerosa que sea curativa.
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Rocío y Rebeca (Somos Crohnicas)
Me ayuda mucho el haberos conocido, os leo asiduamente y no me siento tan sola.
Hace 5 años que me diagnosticaron la colitis, a parte de los síntomas habituales de la enfermedad, tengo muchos brotes cutáneos, sobre todo en la cara, ahora mismo estoy en pleno brote, creo que la primavera es uno de los motivos.
Gracias por ser y estar.
Un besote.
Hola Inés! Mil gracias por escribirnos y por tus palabras 💜
Nos alegramos muchísimo de poder acompañarte y que te sientas un poquito menos sola.
Mandarte un abrazo enorme y mucho cariño. Que pasen pronto esos brotes cutáneos. A nosotras nos encanta la primavera pero mi Dragón también lo nota, sobre todo por las alergias
😘😘