26/04/2022

Recomendaciones nutricionales para Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Somos Crohnicas

¿Estás buscando suplementos alimenticios para la enfermedad de Crohn? ¿Has oído hablar de recomendaciones nutricionales, causas de estreñimiento en las EII, y es por eso que estás en este artículo?

Como seguramente ya sabes, mantener una dieta completa nutricional es fundamental para toda persona con enfermedad inflamatoria intestinal, pues presenta un mayor riesgo de sufrir ciertas deficiencias de nutrientes o vitaminas. Se estima que las deficiencias nutricionales o la incapacidad para mantener un peso ideal afectan entre un 50-70% de las personas con enfermedad de Crohn y entre un 18-62% de las personas con colitis ulcerosa. 

Por ello, para la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, los suplementos alimenticios pueden ser de gran utilidad.

Algunas preguntas que te puedas hacer son: ¿Cuáles son los requerimientos nutricionales en la enfermedad inflamatoria intestinal? ¿Por qué es importante controlar el estado nutricional? ¿Cuáles son los suplementos utilizados en la enfermedad de Crohn? ¿En qué consiste el tratamiento nutricional para la colitis ulcerosa? 

A continuación, te explicamos porqué aparece la malnutrición, las principales deficiencias asociadas a la enfermedad inflamatoria intestinal, el tratamiento nutricional y suplementos que pueden ser útiles.

Contents

¿Por qué aparecen las deficiencias nutricionales?

Existen varios factores que pueden explicar la malnutrición o un estado de desnutrición en personas con enfermedad inflamatoria intestinal:

  • La principal causa es la inflamación local de la mucosa que dificulta la correcta absorción de nutrientes, sobre todo en caso de brote. Se afecta aún más la absorción en caso de diarrea y en personas que presentan resecciones intestinales o sobrecrecimiento bacteriano.
  • Otra causa sería la pérdida de apetito que muchas veces acompaña los brotes además de las molestias digestivas producidas por algunos fármacos. Muchas personas además acaban eliminando de su dieta muchos alimentos que podrían ser beneficiosos por miedo a que éstos puedan empeorar sus síntomas. 
  • Además, puede existir un aumento de los requerimientos nutricionales en la enfermedad inflamatoria intestinal. En efecto, la inflamación sistémica genera un aumento del metabolismo que “agota” sus reservas nutricionales. Esto ocurre además por el tratamiento con corticoides o si existe una infección concomitante.
  • Finalmente, debido a la inflamación/ulceración de la mucosa también se puede dar una pérdida de proteínas. 

¿Por qué es importante controlar estas deficiencias?

Es fundamental el aporte de una suficiente cantidad de proteínas y calorías, tanto en los períodos de brote como de remisión de la enfermedad. Entre las consecuencias más graves de la malnutrición encontramos: 

  • Alteración del estado general, con adelgazamiento, retraso del crecimiento y del desarrollo puberal en niños y adolescentes. También puede ocasionar hipogonadismo.
  • Osteoporosis con disminución de la densidad ósea.
  • Atrofia de las vellosidades intestinales, generando un círculo vicioso con mayor dificultad de absorción. Además, también se ha asociado a la diarrea.
  • Situación de “inmunosupresión”, especialmente por debilitamiento de la inmunidad celular, pues nuestro sistema defensivo necesita de muchos nutrientes y vitaminas para poder funcionar, lo que puede conllevar mayor riesgo de infecciones. 
  • Dificultad para la reparación tisular, con dificultad para la reparación y la cicatrización de los tejidos lesionados, así como para la curación de las fístulas.
  • Anemia, por falta de hierro.
  • Aumento del riesgo de fenómenos tromboembólicos, que se ha relacionado a la hiperhomocisteinemia (por deficiencias nutricionales de ácido fólico, vitamina B12 y piridoxina). 

¿Lo sabías?

Las deficiencias nutricionales influyen negativamente el curso de la enfermedad. En personas con enfermedad inflamatoria intestinal, la malnutrición se ha asociado a un incremento de la morbi-mortalidad, a períodos de remisión más cortos y aumento del riesgo quirúrgico. Por ello es fundamental el correcto soporte nutricional en personas con enfermedad inflamatoria intestinal. 

¿Qué es el tratamiento nutricional para la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa?

Para evitar la malnutrición o desnutrición, en ocasiones puede ser necesario realizar un soporte nutricional artificial, en el cual se introducen los nutrientes directamente en el tracto digestivo. 

La nutrición enteral es un tipo de soporte nutricional artificial en el cual se administran una preparación de nutrientes, por vía oral, por sonda nasogástrica u otro acceso digestivo (gastrostomía y yeyunostomía). Estos preparados están compuestos por grasas, hidratos de carbono y proteínas que se obtienen artificialmente de los alimentos por diferentes procesos industriales y son complementados con vitaminas y minerales. En la enfermedad inflamatoria intestinal puede ser utilizada como tratamiento complementario a la dieta normal (nutrición enteral parcial) o en forma de nutrición enteral total para restaurar el estado nutricional en caso de desnutrición y para inducir en la remisión en los niños, en los que la malnutrición puede ocasionar un retraso del crecimiento. 

¿Lo sabías?

En los casos pediátricos, se ha demostrado que la nutrición enteral total tiene un papel en la inducción de la remisión de la enfermedad de Crohn.  

En la nutrición parenteral, en cambio, los alimentos son administrados por vía intravenosa central o periférica, indicada en caso de no ser posible de controlar las necesidades nutricionales mediante nutrición enteral o bien en el caso de contraindicación de la misma. En efecto, la nutrición parenteral se utiliza en los casos en los que nos interese dejar el intestino “en reposo” (como obstrucción intestinal o megacolon tóxico), al no tener que pasar por él los alimentos. 

¿Qué suplementos puedo necesitar?

Antes de todo, es importante entender que la suplementación siempre debe ir de la mano de una correcta alimentación. Es fundamental presentar una alimentación variada rica en micronutrientes (vitaminas y minerales), rica en proteínas y con las calorías suficientes para mantener o restaurar el peso corporal (y, en el caso de niños, permitir un adecuado crecimiento). Si quieres saber más sobre ello, te animamos a que leas el artículo sobre la dieta en enfermedad de Crohn

Los suplementos orales pueden ser necesarios en algunos casos para complementar la ingesta energética y proteica. No hay un “cóctel milagroso” de suplementos a tomar ya que cada persona puede presentar necesidades diferentes. 

Sin embargo, los suplementos que más frecuentemente son necesarios, son los de calcio, vitamina B9 (ácido fólico), vitamina D o vitamina B12, hierro y zinc. A continuación, te detallamos cada uno:

Calcio

Tanto la afectación por la enfermedad del segmento proximal del intestino delgado como el tratamiento prolongado con corticoides son factores que se han relacionado a la malabsorción de calcio. Por ello, existe un riesgo importante en las personas con enfermedad inflamatoria intestinal de sufrir osteoporosis, que se reduce significativamente si toman productos ricos con calcio o suplementos orales de calcio. 

Las recomendaciones en personas con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa son de al menos 1200-1500 mg/día de calcio, generalmente repartidos entre 3-4 veces al día. 

Para que el calcio se pueda absorber es necesario la acción de una vitamina liposoluble que también puede ser deficitaria en estas personas, la vitamina D. Por ello, es frecuente que los suplementos de calcio se acompañen de esta vitamina. 

Vitaminas

Pueden existir deficiencia de las siguientes vitaminas:

  • Vitaminas antioxidantes. Por el aumento del estrés oxidativo que existe en las personas con enfermedad de Crohn, se produce una disminución de los niveles de las vitaminas antioxidantes. Por ello, puede ser beneficiosa la suplementación con vitaminas E y C, que disminuyen los radicales libres de oxígeno. 
  • Vitamina B12. Se estima que el 20-60% de los pacientes con enfermedad de Crohn y afectación/resección del íleon terminal (parte final del intestino delgado) presentan una deficiencia de la vitamina B12. Es muy importante controlar los niveles de vitamina B12 pues su déficit, aparte de anemia, pueden dar alteraciones neurológicas.
  • Vitamina B9 (ácido fólico). Se estima que el 40% de las personas con enfermedad de Crohn y el 60% de las personas con colitis ulcerosa presentan déficit de ácido fólico. Entre las causas se encuentran la inflamación o extirpación del yeyuno (parte intermedia del intestino delgado) o el déficit de aporte en la dieta. Además, los medicamentos como la sulfasalazina o el metotrexato pueden aumentar esta deficiencia, pues dificultan la absorción y alteran el metabolismo de esta vitamina. Su déficit ocasiona anemia
  • Vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E K). La alteración de su absorción se produce por deficiencia de ácidos biliares debido a inflamación del íleon terminal, por resección intestinal o uso de fármacos como la colestiramina. La deficiencia de estos ácidos biliares no solo impide la correcta absorción de las vitaminas liposolubles, sino también de las grasas. Concretamente:
    • La vitamina D, de la que hemos hablado anteriormente debido a su asociación con el calcio, es la vitamina que se afecta más frecuentemente en personas con enfermedad de Crohn. Su deficiencia contribuye al desarrollo de osteoporosis
    • La deficiencia de vitamina A también incrementa el riesgo de padecer fracturas óseas.
    • La deficiencia de vitamina K puede ocasionar alteraciones en el metabolismo óseo, pues es esencial para que una proteína encargada de unir el calcio al hueso, la osteocalcina, funcione correctamente. 

Si existe una deficiencia en algunas de estas vitaminas, puede ser recomendable la toma de suplementos vitamínicos orales, pero siempre tras la valoración del médico o dietista. 

Hierro

El hierro es muy importante para la formación de glóbulos rojos, que son las células transportadoras de oxígeno. La falta de hierro provoca anemia ferropénica. Ésta se puede manifestar con cansancio, debilidad muscular, dolor de cabeza e incluso dificultad respiratoria. El déficit de hierro afecta alrededor de 66% de personas con colitis ulcerosa y 25-40% de personas con enfermedad de Crohn. La causa más frecuente son las pérdidas crónicas de sangre (por hemorragias intestinales), aunque también puede deberse a malabsorción intestinal, a la ingesta insuficiente de éste, o la alteración del metabolismo de hierro por las citoquinas proinflamatorias en el contexto de inflamación sistémica que acompaña la enfermedad inflamatoria intestinal. Si el aporte de hierro por la dieta es insuficiente, puede ser necesario la toma de suplementos.  

Consejo:  Puedes mejorar la absorción de los suplementos de hierro que tomes añadiendo la vitamina C a tu fuente de hierro, por ejemplo, combinándolo con un zumo de naranja. Si no es posible, mejor consúmelo en ayunas por la mañana. 

Zinc

Entre un 40-50% de personas con enfermedad de Crohn presentan una deficiencia de zinc, que en ocasiones necesita ser suplementada. 

Conclusiones

Una dieta completa y un correcto manejo nutricional es importantísimo para toda persona con enfermedad inflamatoria intestinal, pues presentan un mayor riesgo de sufrir ciertas deficiencias de nutrientes o vitaminas, principalmente debido a la inflamación local de la mucosa. 

  • Es muy importante controlar el aporte de proteínas y calorías para evitar la malnutrición, asociado a consecuencias graves como pérdida de peso, retraso del crecimiento y del desarrollo puberal en niños y adolescentes. En ocasiones, puede ser necesaria realizar nutrición enteral con preparados compuestos principalmente por grasas, hidratos de carbono y proteínas para restaurar el estado nutricional en caso de desnutrición. Además, la nutrición enteral total ha demostrado poder inducir la remisión en casos pediátricos. 
  • Por otra parte, es importante controlar el aporte de micronutrientes, como el hierro, calcio y vitaminas, que pueden aumentar el riesgo de osteoporosis (por déficit de calcio o vitaminas liposolubles), ocasionar anemia (por déficit de vitamina B12, ácido fólico o hierro) e incluso alteraciones neurológicas (déficit de vitamina B12). Por ello, se pueden implementar suplementos orales

No hay que olvidarse que no hay un “cóctel milagroso” de suplementos a tomar, pues cada persona presenta requerimientos diferentes, y que siempre debes consultar a tu médico o dietista antes de consumirlos. Como siempre, la alimentación no lo es todo y tiene que complementarse con ejercicio físico y un estilo de vida saludable.  Esto incluye también tu salud mental y emocional. No descuides ninguna de ellas. 

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Rebeca y Rocío

Bibliografía:

https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-enfermedad-inflamatoria-intestinal-terapia-nutricional-13120121
https://www.masvida.org.ar/wp-content/uploads/Libro_Nutricion_EII.pdf
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112008000700003
https://educainflamatoria.com/dietas-y-nutricion/analiza-y-mejora-tu-dieta/

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