El colon irritable, o síndrome colon irritable, afecta a un 10-20% de la población, principalmente a mujeres. Se considera que es una enfermedad benigna y no grave pero, debido a su cronicidad, puede alterar la calidad de vida de las personas que lo padecen. A continuación te explicamos en qué consiste esta enfermedad, sus causas, síntomas y tratamientos disponibles.
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¿Qué es el colon irritable?
El síndrome de colon irritable se agrupa dentro de las enfermedades funcionales del aparato digestivo. Estas enfermedades no presentan enfermedad “orgánica”, es decir, no hay lesiones o anomalías anatómicas detectables, a diferencia de la enfermedad de Crohn u otras enfermedades intestinales.
El síndrome de colon irritable se caracteriza por la presencia de dolor abdominal recurrente asociado a alteraciones del ritmo deposicional, ya sea en forma de diarrea, de estreñimiento, o ambas. Otros síntomas del colon irritable son la hinchazón y la distensión abdominal.
El diagnóstico se hace habitualmente entre los 30 y 40 años y los síntomas del colon irritable afectan a mujeres especialmente.
Aunque algunos síntomas del colon irritable pueden parecerse, este síndrome no debe confundirse con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), en el cual existe un intestino inflamado macroscópicamente. Además, el síndrome del intestino irritable no aumenta el riesgo de esta enfermedad, ni cáncer de intestino. Si quieres saber más sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, te recomendamos que leas nuestro artículo.
Es una enfermedad crónica y recurrente.

Causas
¿Por qué ocurre el síndrome de colon irritable? ¿Qué causas de colon irritable se conocen?
Hoy en día, no se conoce una única causa bien definida que explique porque ciertos individuos desarrollan este trastorno. Se considera que es una enfermedad multifactorial, en la cual se tiene que producir interacción de diferentes factores para que se desarrolle la enfermedad. La opción más aceptada es que se producen alteraciones de la motilidad y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores piscológicos.
- Las alteraciones de la motilidad hacen que las contracciones del intestino delgado y colon sean o bien demasiado fuertes, o bien demasiado débiles. Los alimentos se desplazan entonces demasiado lento o demasiado rápido, generando estreñimiento o diarrea, respectivamente. Estos cambios de motilidad pueden desencadenarse por ciertos alimentos y estrés emocional.
- Las alteraciones de la sensibilidad intestinal hacen que una persona sea más sensible o “super-consciente” a fenómenos que podrían pasar desapercibidos en otras personas (como la hinchazón, flatulencias y dolor intestinal). Así pues, las personas con síndrome de colon irritable pueden tener una percepción anormal del dolor, por lo que estímulos viscerales que no generan dolor en personas no afectas sí que resultan dolorosas. Para explicarlo de manera simple: si presentas síndrome de colon irritable, una distensión abdominal pequeña, que no causaría dolor en una persona no afecta, te puede causar mucho dolor y molestias.
- Por otra parte, la alteración de la flora intestinal (o microbiota) cada vez está teniendo un papel más importante. Estas bacterias, que normalmente están en nuestra mucosa intestinal, tendrían un papel importante en la activación del sistema inmune. Su alteración podría condicionar una micro-inflamación del intestino, así como mayor permeabilidad de la mucosa. La alteración de la flora también se asociado a un aumento de la producción de gases en el colon irritable. En el artículo sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, te explicamos porqué la importancia de nuestra microbiota.
- Asimismo, es importante tener en cuenta la existencia de factores psicológiocos asociados a esta enfermedad como son el estrés laboral, familiar o económico. Los síntomas de síndrome del intestino irritable puede estar favorecidos por la fatiga o situaciones de estrés (como cambios de la rutina, viajes, etc..). Factores psicológicos como la ansiedad, angustia e incluso la alimentación no equilibrada o con platos copiosos pueden igualmente amplificar los síntomas.
¿Lo sabías?
La digestión es un proceso largo: después de una primera digestión parcial en el estómago, los alimentos llegan al intestino delgado. A medida que va progresando el bolo alimenticio, el organismo absorbe la mayoría de nutrientes que necesita. Los residuos de alimentos digeridos pasan seguidamente al colon, donde finalmente serán eliminados en forma de heces. El intestino delgado y el colon se tienen que contraer para que los alimentos puedan avanzar. A lo largo de la digestión, la degradación de los alimentos por la flora intestinal (microbiota) produce una fermentación natural y la producción de gas (metano). Si quieres saber más sobre la fermentación, te animamos a que leas el artículo de dieta para la enfermedad de Crohn.
Síntomas
¿Cuáles son los síntomas del colon irritable?
Los síntomas del colon irritable más frecuentes son:
- Dolor abdominal: es el síntoma más frecuente y se caracteriza por ser de tipo cólico, opresivo o punzante, localizado habitualmente en el hemi abdomen inferior. En general aparece tras la comida, aunque en ocasiones puede aparecer al despertar. Suele ser de intensidad leve o moderada, y puede durar desde horas a días. Clásicamente se ha dicho que el dolor mejora o se alivia tras la defecación y emisión de gases. En general, el dolor abdominal desaparece durante la noche. Así pues, si el dolor abdominal aparece después de defecar o existe diarrea por la noche, esta entidad es menos probable.
- Hinchazones: son también frecuentes y pueden generar un malestar intestinal importante, sobretodo a la hora de llevar ropa apretada. La sensación de hinchazón se define como una tensión abdominal permanente con distensión de la cintura abdominal, como un “exceso de gases”. La emisión de heces, en el colon irritable, suele mejorar la sintomatología.
- Alteraciones del ritmo intestinal: pueden manifestarse con predominio de estreñimiento o diarrea, o de forma alterna.
¿Lo sabías?
Existen diferentes categorías de síndrome del intestino irritable (SII) en función de la alteración del tránsito intestinal:
– SII con predominio de diarrea
– SII con predominio de estreñimiento
– Patrón mixto o diarrea-restreñimiento alternantes
Finalmente, otros síntomas que pueden aparecer son: saciedad precoz tras la ingesta, las náuseas y vómitos, ardor torácico (pirosis) y sensación de evacuación incompleta. En el colón irritable severo, síntomas más graves como la presencia de moco en las deposiciones pueden aparecer, como si el intestino estuviera inflamado.
Diagnóstico
¿Cómo saber si tengo colon irritable?
El diagnóstico no es fácil y se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física. Es importante que expliques con detalle todo lo que te ocurre a tu médico, para que pueda descartar o diagnosticar esta alteración. Además, es posible que realice diversas pruebas complementarias para descartar la existencia de patología orgánica. No existe ningún marcador ni prueba específica para el diagnóstico del síndrome de colon irritable; el diagnóstico es por exclusión.
Estas pruebas complementarias pueden incluir análisis de sangre, de orina y heces, estudios radiológicos de abdomen, ecografía abdominal y sigmoidioscopia o colonoscopia.
¿Cuánto dura una crisis de colon irritable?
Para definir el síndrome de colon irritable se utilizan los criterios de ROMA IV que definen “dolor abdominal recurrente al menos 1 día por semana en los últimos 3 meses, que se asocia a 2 más de los siguientes:
– dolor abdominal relacionado con la defecación
– cambio en la frecuencia de las deposiciones
– cambio en la consistencia de las heces
Los síntomas deben haberse iniciado como mínimo 6 meses antes del diagnostico”.
Como ya lo hemos comentado, el síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica pero, afortunadamente, los síntomas no son constantes pues existen períodos de “crisis” con períodos de “remisión”.
¿Lo sabías?
El síndrome de colon irritable ¡no sólo son problemas intestinales! Existen enfermedades extra-intestinales relacionadas al síndrome de colon irritable como la fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, migraña, cefalea tensional, síntomas urinarios y dolor pélvico crónico. Eso no significa que las vayas a desarrollar al 100%, pero sí que se ha observado esta asociación.
Tratamiento
Dieta
No hay ninguna “cura mágica” pero existe una serie de medidas que pueden disminuir la intensidad y frecuencia de los síntomas.
La dieta para el síndrome de colon irritable, se recomienda evitar aquellos alimentos que puedan desencadenar o agravar los síntomas. Estos suelen ser alimentos grasos o productores de gas (como brócoli, coliflor, guisantes, cebolla…). Además, te recomendamos que reduzcas la consumación de bebidas irritativas como café, bebidas con gas y alcohol. En muchos casos, en función de tu tolerancia individual, puede ser beneficioso reducir la consumición de alimentos ricos en lactosa o gluten. Ante todo, es vital que escuches a tu cuerpo e intentes identificar aquellos alimentos que no toleras del todo bien
De hecho, para poder identificar aquellos alimentos que te sientan mal, puedes probar realizar una dieta baja en FODMAPs. Siempre bajo el control de una profesional de la nutrición. La dieta FODMAP excluye aquellos vegetales ricos en hidratos de carbono corta fermentables como oligosacáridos, disácaridos, monosácaridos y polienos. Éstos hidratos de carbono de cadena corta en algunas personas pueden absorberse mal en el intestino delgado y fermentar rápidamente por las bacterias intestinales, originando gases, hinchazón y dolor intestinal.
¿Dónde se encuentran los FODMAPs?
Se encuentran fundamentalmente en los siguientes grupos de alimentos:
– Fructo-oligosacáridos: en aliáceos (ajo, cebolla, puerro), cereales (trigo, cebada, centeno), alcachofas y espárragos
– Galacto-oligosacáridos : en legumbres, algunos frutos secos
– Lactosa (Disacárido): en productos lácteos
– Fructosa (Monosacárido): en la miel, jarabes, manzana y otras frutas.
– Polioles (sorbitol, xilitol, malitol y manitol): como alimentos light, edulcorantes, peras o ciruelas.
Finalmente, si lo que predomina es el estreñimiento se aconseja aumentar la ingesta de fibra. Varios estudios han demostrado que la fibra soluble mejora la sintomatología en el síndrome de colon irritable, pero no la fibre insolible. Si quieres saber más sobre la fibra soluble, puedes leer el artículo sobre la dieta para la enfermedad de Crohn.
Otros consejos:
– Come en un ambiente tranquilo, lentamente y siendo consciente de lo que comes.
– Intenta tomar tus comidas a horas regulares
– No hables mucho ni comas trozos muy pequeños ¡tragarás aire!
– Evita grandes cantidades de agua durante las comidas y 1h antes/después
– Utiliza ropa holgada y/o desabrochada a la hora de comer
– Haz buen reposo tras la comidas
– Bebe 1-1.5L de agua al día
– ¡Por último, la actividad física puede mejorar tus síntomas!
Fármacos
No existe ningún medicamento que pueda curar el síndrome del colon irritable.
Los fármacos se utilizan como tratamiento sintomático, es decir, para aliviar aquel síntoma que te cause más probable cuando las medidas mencionadas anteriormente se quedan cortas:
- Por ejemplo, si presentas mucho dolor intestinal e hinchazón puedes tomar inhibidores de los espasmos (espasmolíticos)
- Si presentas estreñimiento puedes utilizar estimulantes de la motilidad (procinéticos) o laxantes
- Si tienes diarrea puedes utilizar antidiarreicos. Dentro de este grupo tenemos la loperamida, la codeina y las resinas de intercambio iónico.
Por otra parte, en algunas formas dolorosas persistentes, un tratamiento antidepresivo y ansiolítico a baja dosis puede ser beneficioso. Antes de todo, antes de tomar cualquier medicación es importante que lo hables con tu médico. Éste te escuchará y valorará qué tratamiento es el mejor para tu caso individual.
Otros
Finalmente, existen otras medidas terapéuticas menos utilizadas:
- Antibióticos no absorbibles, como la rifaximina, que actuarían a nivel de la flora intestinal.
- Probióticos, cuyo papel aún no está totalmente demostrado. Parece que mejoran los gases y la distensión abdominal. Los suplementos probióticos contienen bacterias y ayudan a reconstruir la variedad de nuestra flora intestinal. En el artículo de la dieta para enfermedad de Crohn te explicamos cómo funcionan.
- Psicoterapia: como con frecuencia el estrés emocional dispara la sintomatología, podrían ser útiles terapias de relajación o cognitivo-conductuales
Conclusión
El síndrome de colon irritable es un trastorno frecuente, que afecta sobre todo a mujeres. Por su naturaleza crónica y recurrente, limita la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Aunque hace muchos años las personas que acudían a la consulta con síntomas de este síndrome solían salir de ella sin diagnóstico y se sentían incomprendidas, hoy en día los médicos tienen muy presente la existencia de este trastorno. Aunque los síntomas pueden generar una incomodidad importante, hay que recordar que existe luz al final del camino. Algunas medidas que te pueden ayudar es que investigas aquellos alimentos te sientan peor y evitarlos, que en cada persona pueden ser distintos. Aunque los medicamentos puedan aliviar tus síntomas, éstos no curan la enfermedad y tienes que consultar siempre a tu médico antes de tomarlos
Esperamos te haya gustado el artículo
Como te hemos comentado, hay síntomas que se pueden confundir con una Enfermedad inflamatoria Intestinal
Es muy importante que ante la presencia de cualquier síntoma acudas a tu médico
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